Elige los carros o remolques mezcladores que realmente necesitas
Entre los diferentes carros mezcladores, horizontales y verticales; autopropulsados y arrastrados, se debe elegir el que mejor convenga al agricultor.
Tener una explotación ganadera ya es todo un desafío. Para asegurar su éxito necesitamos tener en cuenta un gran número de variables con el fin de conseguir su perfecto desarrollo. Cualquier imprevisto puede suponer un problema, por lo que siempre es de agradecer la nueva tecnología que intenta hacernos la vida un poco más amable.
Una de estas ayudas va a venir a través de los carros mezcladores, los cuales van a permitirnos alimentar de manera más sencilla a la cabaña. En ellos, como su nombre indica, se mezclan los diferentes ingredientes que supondrán la ración diaria de los animales. Algo que no solamente nos va a hacer más fácil la tarea de alimentarlos, sino que también promoverá una mayor actividad de los microorganismos digestivos que tienen los rumiantes en el estómago, al suministrarle de forma constante a lo largo del día hidratos de carbono y proteínas de manera equilibrada.
La mejor alimentación provoca, por una parte, un incremento en la producción lechera y, por otra, que se consuma de manera mejor y más eficaz la materia seca, lo que tiene efectos positivos para las vacas en fase de lactación. Del mismo modo, habría que incorporar como ventajas el ahorro de mano de obra, así como que el animal puede comer cuando lo desee y lo que quiera.
¿Cómo son estos carros mezcladores?
Se pueden clasificar atendiendo tanto al sistema de propulsión como al de mezclado. Respecto al primero, existen remolques mezcladores arrastrados y carros autopropulsados. Los arrastrados deben ser llevados por un tractor, conectándolo a su toma de fuerza. Por su parte, los autopropulsados se mueven de manera independiente, no siendo esta su única ventaja, sino que también tienen dispositivos para cargar el alimento para su posterior mezcla.
En lo relativo al mezclado existen horizontales y verticales, dependiendo de la disposición del eje de los sinfines y la forma de la caja. Sobre los tornillos, se incluyen una serie de elementos de corte, que favorece la rotura de los diferentes alimentos y que la mezcla sea homogénea. Los verticales son más robustos, sencillos y de un mantenimiento más bajo, necesitando además menos potencia. Se suelen usar cuando tenemos forrajes secos de fibra larga o ensilados en paca. Los horizontales, por su parte, ofrecen una molienda más fina y un mezclado más homogéneo.
¿Qué mezclador elegir?
No es fácil la respuesta, ya que va a depender de toda una serie de elementos que hay que tener en cuenta y que serán propias de nuestras instalaciones. Atendiendo al tamaño de las mismas y al número de cabezas, debemos pensar en si necesitamos movernos mucho por ellas, por lo que, probablemente tengamos que elegir el sistema más veloz. Del mismo modo, tendremos que tener también en consideración la capacidad de carga. Algo que depende no solo del número de animales, sino también de sus necesidades nutritivas.
Sin embargo, en caso de que estas instalaciones sean muy grandes o las necesidades alimenticias elevadas, probablemente nos interesen más las plantas estáticas de alimentación, frente a los carros mezcladores. Por la capacidad que tienen para hacerlo de manera rápida y efectiva.
Por supuesto, también dependerá del tipo de alimentación que tengan nuestros animales ya que, como hemos visto, la rotura y la mezcla de estos dependerá del sistema que se use (horizontal o vertical). Y, finalmente, del diseño de nuestros establos, ya que tendremos que pasar por los pasillos con estas máquinas.
En cualquier caso, seleccionemos una u otra, lo cierto es que las ventajas que van a incorporar a nuestras instalaciones son muy importantes, automatizando los procesos y mejorando la actividad y el bienestar de nuestra ganadería. Por ello, debemos asesorarnos por parte de especialistas, como los que podemos encontrar en Grupo Tatoma.